martes, 10 de mayo de 2011
Ética para políticos
No habrá desarrollo humano sin buena política. Pero, si como dice Manolo Zafra, la mala política no se corrige
con la ética sino con la buena política, entonces ¿para qué sirve la ética?
Más allá del núcleo ético compartido que todos necesitamos como ciudadanos, cada función social específica
plantea requerimientos éticos específicos. No es la misma ética la que necesitamos como políticos,
empresarios, profesores, trabajadores, padres, religiosos, etc. No bastan altos niveles éticos generales para
producir buenos políticos.
Para encontrar la ética específica que requiere la buena política es necesario reconocer la política como un
oficio, como una función socialmente necesaria, quizás la más importante y difícil de todas. Es necesario salir
del menosprecio idiota de la política (los griegos consideraban "idiota" al que se ausenta de los intereses de la
ciudad, no se interesa y no participa en la polis) para repolitizar la sociedad, reencantarla y poder así
reinventar y reformar la política, es decir, superar las malas políticas que hoy bloquean el desarrollo e ir
instalando las buenas políticas que el desarrollo humano requiere. Hay que redescubrir el oficio de la política
en la línea iniciada por los grandes pensadores republicanos que tanto insistieron en las "virtudes públicas"
conectadas pero distintas de las virtudes privadas.
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